Poema para un niño

Hace años pocos, verdad,
yo dije que de mis manos
iban a salir unas palabras
para un niño chiquitito
de grandes ojos azules.
Por los caminos de la vida
se me olvidó la promesa,
pero otros caminos
me llevaron al recuerdo
y palabra es palabra,
entonces...

Niño, ya no más chiquitito,
mira los altos cerros
atrás de ellos hay gigantes.
¿Puedes verlos?

Mira las arenas del desierto
cuando vienen los cóndores
con su majestad altiva
y cree que fueron enviados
por reyes distantes
con un mensaje bueno.

Hay encantos en el mundo,
¡nunca los abandones!

Tome un espejo en las manos
ve tus ojos azules
son el espejo del cielo.
Si me engaña la memoria
y son verdes tus ojos
es porque reflejan el mar.

No te olvides, niño,
de hacer el bien
porque en los cuentos de hadas
los malos son derrotados
por los buenos
y el mundo sigue feliz.

No te olvides, niño,
que el mundo es feo
porque la gente se olvidó
de las hadas
que le decían a todos
que hicieran el bien
y así la gente
empezó a ser mala.

Entonces, niño,
no sigas ese camino.

Solamente no te olvides.

Campinas, 20-03-2008